El viernes fuimos a visitar el secuoya gigante que está en la calle Magdalena tras las casas de la Plaza de Lovaina.
Como ya sabéis este árbol se ha secado a consecuencia, según los técnicos, de las continuas edificaciones que se han hecho alrededor por lo que se han visto afectadas sus raíces.
Hemos querido darle el ultimo abrazo antes de que decidan podarlo.
Gracias por haber embellecido nuestra ciudad durante más de cien años
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