El viernes fue una mañana muy
ajetreada. Primero, después de trabajar duro durante toda la mañana, fuimos a
dar una vuelta por el Mercado Medieval. Hubo algunos puestos que nos dejaron
con la boca abierta por las cosas tan bonitas que hacen los artesanos. Algunos
de ellos nos explicaron cómo hacían las cosas y nos dejaron tocarlo. Olía de
maravilla a comida y a especias y como había poca gente lo pudimos ver con
tranquilidad.
A la vuelta, recogimos las
uvas de nuestra cosecha y las repartimos
para llevarlas a casa y las probara nuestra familia.
Y todo esto acompañado por una
mañana espléndida que daba gusto estar en la calle.


Egun bikaina!!!




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